Entre enero de 2013 y septiembre de 2017, 222 individuos que habían hecho suyas las actitudes y creencias del salafismo yihadista fueron detenidos en España por actividades de terrorismo; ocho más murieron como resultado de su participación en las mismas. Una gran mayoría tenía a Estado Islámico como organización de referencia y estaba implicada dentro de células, grupos o redes (CGR). En conjunto, el mapa actual del yihadismo en nuestro país refleja un fenómeno que tiende a concentrarse en bolsas localizadas. Se detectan más yihadistas insertos en CGR de nueva formación que de naturaleza regenerada. Ha sido común que dichas CGR tuviesen alcance transnacional y estuviesen relacionadas con sus organizaciones de referencia. Especial notoriedad adquiere, en términos de amenaza terrorista, el hecho de que un 27,7% de los aludidos yihadistas fuesen miembros de CGR con funciones operativas de terrorismo en España. Individualmente llevaron a cabo, al menos, 10 diferentes funciones vinculadas a las actividades terroristas de sus respectivas CGR. Entre los yihadistas de nacionalidad marroquí se detecta mayor proclividad a implicarse en la ideación, planificación, preparación y ejecución de un atentado dentro de España que los de nacionalidad española, más propensos estos últimos a llevar a cabo actos de terrorismo en zonas de conflicto. Prácticamente la mitad de los individuos objeto de nuestro estudio se habían desplazado hacia una zona de conflicto en países del mundo islámico, intentaron viajar a ella o tenían la intención de hacerlo.

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